La historia de Klay Thompson es una dura, preciosa y emotiva. Del dolor de las lesiones y la travesía de dos años, a la reconciliación y el épico regreso. Y la principal pregunta con su regreso era qué versión de Klay veríamos en cancha.
Con los lógicos altibajos y necesidades de adaptación tras tantos meses sin competir, lo cierto es que Thompson se mostraba bien. Más cerca a su nivel anterior en ataque y algo por debajo de esa excepcional defensa de élite. Aun así, logró terminar la temporada regular con mejores sensaciones.
En los Playoffs estaba con importantes dosis de balón, al igual que en temporada, y el desempeño era positivo sin duda en el balance. Hasta las Finales promediaba 19,8 puntos, 4,3 rebotes, 2,4 asistencias y 39,9% en triples con 8,9 intentos de media.
Sin embargo, en este inicio de la serie definitiva contra Boston Celtics muestra su peor versión con el tiro. Tuvo una mala actuación en el primer duelo con 15 puntos y 6 de 14 en el lanzamiento (43%), salvado por su 3 de 7 en triples (43%). Pero en el segundo hizo menos aún: 11 puntos con 4 de 19 (21%).
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"Klay tuvo una noche dura, pero esto es algo que ocurre", dijo Draymond Green. "Sabemos que meterá los tiros según avance la serie". Razón no le falta al interior, ya que si bien algunos tiros fueron forzados, varios fueron liberados y cómodos.
Klay comenzó la noche con 1 de 10 en el tiro y terminó con tan solo una diana de sus 8 triples intentados. Eso sí, el triple que anotó fue la apertura del demoledor parcial del tercer cuarto.
Los Warriors usaron sus habituales movimientos para conseguir buenos tiros para Klay, pero estos simplemente no entraron. No hay más. Tampoco puede decirse que sea un problema de confianza: el escolta siguió tirando pese al terrible acierto y lo hizo cuando el partido ya estaba decidido.
Es más, Steve Kerr le dejó en cancha durante el último cuarto, cuando todos los titulares descansaban. Secundarios como Sam Hauser, Aaron Nesmith o Luke Kornet estaban en cancha por Boston, y Moses Moody o Damion Lee por Golden State, pero también Klay.
Tampoco fue capaz de convertir las buenas ocasiones de estos 8:25 minutos, en los que lanzó 1 de 5 en campo (20%) con 0 de 2 en triples. No era su día, desde luego, y entonces sí, Kerr decidió dar descanso a su jugador de 32 años.
¿Preocupación en los Warriors? En absoluto. Confían en la capacidad de Klay para aparecer, más allá de su sólida defensa en estos dos primeros partidos. Además, Thompson tiene su reputación como especialistas en sextos partidos. Quizás solo está guardando los tiros para el momento de la verdad.
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