En las competencias deportivas de naciones cada vez se genera más polémica con el tópico de las nacionalizaciones de los atletas y el fútbol no está exento de ello, por más de que las reglas de la FIFA sean mucho más duras que las de otros deportes a la hora de estos casos, que igualmente suelen verse en cada Mundial.
De hecho, varios futbolistas "nacionalizados" fueron campeones del mundo, aunque son realmente pocos los casos de jugadores que lo hicieron con un país en el que no pasaron los años de su etapa formativa como deportistas.
Para estos casos, se eligió a los futbolistas campeones del mundo que no nacieron en el país al que representaron luego, más allá de la forma o momento en la que obtuvieron esa nacionalidad, algo que cambia con cada país y ejemplo. En total, son 17 casos.
Del Mundial de 1930, el primero que se disputó, algunos medios reportan que los futbolistas Pedro Cea y Lorenzo Fernández, campeones con Uruguay, nacieron en España. Pero no hay nada que se pueda confirmar al 100% y una investigación de CIHEFE se acerca a la hipotésis de que nacieron en Uruguay.
En el Mundial de 1934, en cambio, Italia sí tuvo muchos "forasteros". Felice Borel, nacido en Francia, Anfilogino Guarisi, nacido en Brasil, y los argentinos Attilio Demaría, Enrique Guaita, Luis Monti y Raimundo Orsi. Incluso varios de ellos habían tenido experiencia con las selecciones de los países en los que nacieron: Monti, por caso, fue el capítán de la Argentina subcampeona del mundo apenas cuatro años antes, en 1930.
En 1938 Italia repitió el título y repitió la presencia de alguien no nacido en suelo italiano: Miguel Andreolo, uruguayo y campeón con esa selección en la Copa América 1935.
En 1950 la historia sería al revés: Uruguay fue campeón mundial con Ernesto Vidal, nacido en Istria, hoy parte de Croacia pero al momento de su nacimiento bajo soberanía italiana. Emigró de pequeño a Argentina, comenzó a jugar al fútbol allí y luego fichó por Peñarol y jugó para La Celeste.
En 1954, el equipo de Alemania Occidental campeón contó con Jupp Posipal, nacido en Rumania en el seno de una familia de origen alemán, que se mudó a Alemania en su adolescencia.
Recién en 1998 se volvió a encontrar un equipo campeón del mundo con futbolistas nacidos fuera de su suelo: la Francia multiétnica fue el caso, con Patrick Vieira (nacido en Senegal) y Marcel Desailly (nacido en Ghana). Los dos migraron a Francia de pequeños.
En 2006, el cuarto campeonato mundial de Italia volvió a tener un futbolista nacido y formado en Argentina, el caso de Mauro Camoranesi, y además contó con Simone Perrotta, que nació en Inglaterra pero se mudó a Italia en su infancia.
Lukas Podolski y Miroslav Klose, dos históricos delanteros de la selección de Alemania que fueron campeones en Brasil 2014, nacieron en Polonia: Podolski migró a Alemania a los 2 años y Klose, hijo de un futbolista que pasó varios años de su carrera en Francia luego de su nacimiento, también se formó en el fútbol alemán.
En Rusia 2018, Francia volvió a contar con dos futbolistas nacidos en África en su plantel: el guardameta Steve Mandanda nació en la República Democrática del Congo y se mudó a Francia en los primeros años de su niñez, mientras que Samuel Umtiti nació en Camerún y vivió una historia similar a la de Mandanda, Vieira o Desailly.