Memphis Grizzlies dio la campanada en casa ante el mejor equipo de la liga. Phoenix Suns no pudo evitar la derrota pese a contar con todos sus jugadores. Mientras, los de Taylor Jenkins estaban sin Ja Morant, Desmond Bane, Jaren Jackson Jr., Steven Adams ni Tyus Jones, y aun así ganaron con superioridad.
"Tenemos la mentalidad del siguiente hombre", dijo Kyle Anderson tras la victoria por 122-114. Más real, imposible. A los Grizzlies les da igual quien falte, incluso si la ausencia es la del entrenador Jenkins, expulsado en la primera mitad por dos faltas técnicas.
En esta ocasión uno de los añadidos a la rotación fue el español Santi Aldama. El novato fue uno de los principales jugadores del banco con 21:06 minutos y respondió a la ocasión: sumó 12 puntos, 5 rebotes, 1 asistencia, 1 robo y 1 tapón con 5 de 8 en tiros de campo (62,5%).
Ni siquiera Devin Booker con sus 41 puntos y 61% en tiro pudo evitar el triunfo de Memphis. Lo cierto es que los Suns arrastraron un inicio pésimo de encuentro en el que los Grizzlies tomaron una delantera importante. Se marcharon con 11 puntos de ventaja en el primer periodo (34-23), que pudieron ser más, y Phoenix estuvo el resto de la noche remontando.
Los de Arizona llegaron tarde. Es cierto que ganaron los dos siguientes cuartos, pero estos Grizzlies iban a reaccionar en algún momento, y así lo hicieron. En el último cuarto metieron un 38-31 y tuvieron a un Dillon Brooks espectacular, autor de 30 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes.
Memphis (55-23) tiene imposible alcanzar a Phoenix (62-15) en este cierre de la Fase Regular, pero este tipo de triunfos refuerzan la identidad colectiva de cara a los Playoffs. Es la séptima victoria seguida de los de Jenkins, que cortaron a su vez las nueve consecutivas de los Suns.
"Nos viene bien para reaccionar", dijo Booker tras el partido. "Es mejor que esto ocurra ahora a que lo haga más adelante con la temporada en juego". Razón no le falta, pero que ocurra en la noche del viernes es perfectamente compatible a que ocurra en postemporada. No obstante, sobrerreaccionar con esta derrota de los Suns sería un error. Todos los equipos tienen noches para el olvido en cursos de 82 partidos.
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