Este fin de semana 13 leyendas serán inducidos al Salón de la Fama del Baloncesto:
Y aunque no falta el poder de las estrellas, hay un jugador que sobresale de la multitud: Manu Ginóbili.
Elegido en el puesto 57 del Draft de la NBA de 1999, Ginóbili es uno de los mejores jugadores internacionales que han pisado una cancha de la NBA. Terminó su carrera con un par de selecciones para el All-Star y All-NBA, un premio de mejor Sexto Hombre del Año y cuatro campeonatos.
Ginóbili desempeñó un papel fundamental en el increíble dominio de San Antonio durante dos décadas, formando uno de los tríos más ganadores de la historia de la NBA junto al miembro del Salón de la Fama Tim Duncan y el posible futuro miembro del Salón de la Fama Tony Parker.
En honor a la entrada del mejor Sexto Hombre de todos los tiempos en el Salón de la Fama, los miembros del equipo en inglés de TSN, desde Estados Unidos y Australia, comparten cómo recordarán la carrera de Ginóbili en seis palabras o menos.
Scott Rafferty (@crabdribbles): Manu Ginóbili fue un verdadero ganador.
Estamos hablando de un dos veces All-Star y dos veces miembro del equipo All-NBA que estaba más que feliz siendo suplente. Desempeñó su papel a la perfección. Todo el mundo conoce su emblemático Eurostep, pero Ginóbili era un tirador de primera y un pasador de élite. La combinación le dio la capacidad no sólo de jugar sino de prosperar al lado de cualquiera.
Los resultados hablan por sí mismos. Más allá de los cuatro campeonatos, los Spurs ganaron el 72,1% de los partidos en los que participó Ginóbili. Es el 10º de todos los tiempos. ¿El problema? Ninguno de los jugadores que están por delante suyo jugó tantos partidos como él (1.051).
Ah, y sólo siete jugadores tienen más victorias en los Playoffs que Ginóbili. Fue un grande.
Al fin y al cabo, Ginóbili es alguien que todos los equipos de la liga habrían querido tener en su plantel. Puede que su currículum no sea el de una estrella, pero en realidad sí lo era.
La guinda del pastel: Ginóbili era muy divertido de ver. Nunca creí que esos equipos de los Spurs fueran aburridos, pero no se puede negar que aportó un estilo muy bienvenido, a una canasta y un triple al revés a la vez.
Gilbert McGregor (@GMcGregor21): Manu Ginobili era un competidor sin miedo.
Cuando pienso en mis recuerdos más nítidos de la carrera de Ginóbili, me acuerdo de que ningún momento era demasiado grande y ninguna apuesta era demasiado alta para él.
Al fin y al cabo, no se juega un papel clave en la consecución de cuatro títulos sin ser intrépido.
Ginóbili ganó en todos los niveles: además de sus cuatro títulos con los Spurs, condujo al Virtus Bologna a un título de la Euroliga en 2001 y, en uno de los momentos más importantes de la historia del deporte, llevó a Argentina a ganar el oro olímpico en los Juegos de Atenas 2004.
En una época en la que había varios grandes de todos los tiempos como escoltas, Ginóbili se enfrentó a cada uno de ellos en los escenarios más grandes. Desde Kobe Bryant hasta Dwyane Wade, muchos expresaron el máximo respeto por Ginóbili como jugador y competidor.
La competitividad de Ginóbili infundía miedo a los aficionados rivales, como yo, que me sentí desolado cuando casi por sí solo remontó el partido contra mis New Orleans Hornets en las semifinales de la Conferencia Oeste de 2008.
Manu, Sexto Hombre del Año en la temporada 2007-08, fue insertado en la alineación titular después de que los Spurs perdieran los dos primeros partidos de la serie. Como titular, Ginóbili promedió 23,4 puntos durante el resto de la serie, incluyendo 31 puntos en el tercer partido y 26 en el decisivo séptimo.
En el lapso de 11 días, Ginóbili demostró su abnegación y la intrepidez de su naturaleza competitiva, por lo que pronto será inmortalizado en Springfield, Massachusetts.
Kyle Irving (@KyleIrv_): Manu Ginóbili hizo famoso al Eurostep.
Cuando me preguntaron por qué recordaría más a este nuevo miembro del Salón de la Fama, lo primero que me vino a la mente fue el Eurostep.
Es cierto que otros jugadores han utilizado el movimiento antes que él, pero Ginóbili fue el jugador que convirtió el Eurostep en uno de los movimientos más eficaces de la NBA en la actualidad.
Su explosivo primer paso y el control de su cuerpo para detenerse en un instante y cambiar de ritmo se sumaron a la astucia de su juego. Recuerdo perfectamente haber visto el tutorial de Nike Hoops Eurostep de Ginobili en YouTube cuando era un niño, y luego salir a la calle y practicarlo para tratar de añadirlo a mi propio juego.
Scott y Gil ya han dado en el clavo al hablar del carácter competitivo y ganador de Ginóbili, pero su Eurostep característico podría ser su legado más duradero en el básquetbol moderno.
Benyam Kidane (@BenyamKidane): Trabajo en equipo para ganar.
¿Ha habido una superestrella más abnegada en la memoria reciente?
Ginóbili, dos veces All-Star, podría haber sido fácilmente titular en otros 29 equipos de la liga, pero su voluntad no sólo de aceptar un papel fuera del banquillo, sino de prosperar en él, demostró ser un ingrediente clave en lo que hizo a esos equipos de los Spurs tan especiales y exitosos.
Ginóbili salió del banquillo en 708 de sus 1.057 partidos de la temporada regular, dándole a San Antonio Spurs una rotación ofensiva equilibrada y destrozando las defensas cuando Tim Duncan y Tony Parker estaban descansando. Pero en los momentos más importantes, Ginóbili estaba ahí en la recta final para aportar una canasta decisiva, un bloqueo, una carga o cualquier otra cosa que el equipo necesitara.
En eso consistía Ginobili... en ganar.
En las sabias palabras de Juice WRLD: "En el último cuarto, jugando como Kobe, soy super ganador como Ginóbili".
Micah Adams (@micahadams13): Superestrella más subestimada de su generación.
Sí, ahora es un miembro del Salón de la Fama.
Sí, es posiblemente el mejor sexto hombre de todos los tiempos.
Y sin embargo, todavía no estoy seguro de que los fanáticos de la NBA aprecien realmente el juego de Ginóbili.
Debido a su legendaria abnegación, a sus sacrificios en San Antonio y al estilo más lento de Gregg Popovich, los galardones individuales de Ginobili no destacan sobre el papel. Dentro de 20 años, los aficionados repasarán su carrera, verán dos apariciones en el All-Star y un promedio de anotación de 13,3 puntos por partido y quizá se pregunten qué pasó.
Para apreciar plenamente cuán estrella era Ginóbili -y sí, era una ESTRELLA- hay que profundizar.
Durante sus siete mejores años, que se vieron coronados por sus dos selecciones para el All-Star en 2004-05 y 2010-11, los Spurs sólo terminaron una vez dentro de los 20 primeros en ritmo. Durante ese mismo periodo, Ginóbili promedió más de 30 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias por cada 100 posesiones. ¿Los únicos otros jugadores que alcanzaron esos umbrales en ese período? LeBron James, Dwyane Wade y Tracy McGrady.
Cuando se habla del legado de Ginóbili, la conversación debe ir más allá de los mejores jugadores internacionales y los mejores sextos hombres. En la cancha, Ginobili fue uno de los mejores jugadores de su generación, y punto.
Ahora que la leyenda de los Spurs entra en Springfield, sería conveniente que todos apreciáramos plenamente a un juego verdaderamente del Salón de la Fama.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.