Después de varias semanas de rechazo por parte de la afición y de que el equipo no encontrara su mejor versión ni algo siquiera parecido, Javier Aguirre fue despedido como entrenador de los Rayados de Monterrey.
El club emitió un reporte esta noche, directamente, sin aguardar hasta este domingo. Evidentemente, para la directiva (también duramente castigada por la afición en los últimos tiempos) ya no había vuelta atrás.
El camino descendente para Rayados ha sido voraz. Este lunes se cumplen apenas cuatro meses de la conquista de la Liga de Campeones de la Concacaf ante el América (otro equipo que, curiosamente, parece haber caído en desgracia y con un entrenador que partido a partido se está jugando el cargo).
Y así de rápido todo se fue al cesto de la basura.
El primer paso en falso ocurrió en el Mundial de Clubes, con una temprana eliminación a manos del Al-Ahly egipcio que impidió de largo cumplir el objetivo impuesto inicialmente, que era mucho más pretencioso: luchar con Palmeiras de Brasil por meterse en la final ya que el sorteo había dejado a Chelsea del otro lado de la llave.
Aquella caída hizo que ya la afición comenzara a manifestarse en plenos Emiratos Árabes contra el Vasco y varios jugadores. Y las cosas no hicieron sino empeorar al regreso del plantel a México.
Porque lo que había empezado en cierta forma de buena manera, con cuatro puntos de los primeros seis obtenidos y una goleada (4-0 al Necaxa) muy rápidamente se dio vuelta como la tortilla de un taco.
Después de la eliminación del Mundial de Clubes (aunque se le ganó al Al-Jazira de Emiratos) Rayados no hizo más que cosechar reveses. Perdió con Puebla pese a jugar casi un tiempo completo con un hombre de más y este sábado cayó con Atlético San Luis 0-2 casi sin ofrecer resistencia, con un detalle elocuente: en 53 partidos del ciclo, nunca pudo revertir un resultado adverso.
Todo ello condujo a un desenlace que gran parte de la afición demandaba, especialmente tras los momentos de tensión que se vivieron en la semana, cuando un grupo de fanáticos fue casi en tono amenazante, con banderas y quejas, a exigir hablar con los jugadores.
"El resultado me deja muy decepcionado. Llevamos dos partidos que no encontramos la portería rival, en las áreas nos han castigado mucho. El equipo tiene que mejorar sobre todo en la atención defensiva y ofensivamente hay que encontrar la puerta al gol. Tenemos gente de calidad pero nos ha faltado eso, nos ponemos nerviosos, transcurre el tiempo... Al equipo no le puedo reprochar nada salvo eso", aseguró Aguirre tras el partido, todavía como DT de los regiomontanos.
Y ante el ambiente en su contra, no dudó: "Nosotros los técnicos sabemos que tenemos una prueba permanente. Yo me siento fuerte, siento que el equipo está conmigo. Entiendo el malestar y acepto que la gente se va triste a la casa, yo tengo años en esto y tengo fuerza y plantel para revertirlo, el vestidor está abatido pero entiende que mañana hay otro día de entrenamiento porque jugamos en tres días. Los resultados son muy malos, entiendo la decepción de la afición y pido disculpas, pero pido que nos tengan paciencia para el trabajo. Van 5 partidos y quedan 12 para calificar y buscar el campeonato".