Hay momentos en la carrera de un tenista que pueden ser absolutamente determinantes por lo que representan. Situaciones que, de la noche a la mañana, cambian por completo el panorama. En realidad no ha sido de un día para el otro, porque Alejandro Davidovich Fokina lleva años de trabajo y esfuerzo para hacerse un nombre en el circuito como uno de los jóvenes que pide pista. Y ese esfuerzo está pagando en esta semana soñada en el Masters 1000 de Montecarlo, la semana de su explosión y gran presentación en sociedad.
Y es que el español de 22 años es finalista del tercer M1000 del año tras la enorme victoria de este sábado frente al búlgaro Grigor Dimitrov: 6-4, 6-7 (2) y 6-3, tras dos horas y 44 minutos de una enorme batalla, de juego, física y mental. Y es que el de Málaga parecía tenerlo en el bolsillo en el segundo set, sacando 5-4 para conseguir la victoria. Sin embargo, no pudo cerrarlo, asomaron los fantasmas y quedó quiebre abajo en el tercero. Claro que se recuperó con la misma fortaleza, solidez y temple que mostró en toda la semana, cerrando con absoluta autoridad (y hasta con un ace en el match point).
Decíamos que hay momentos, quizás inesperados, que representan la explosión. Davidovich no estaba teniendo un buen inicio de 2022, llegando a este torneo con apenas 4 victorias en 13 presentaciones, incluidas dos eliminaciones seguidas en primera ronda. Sin embargo, en el Principado encontró su lugar en el mundo.
En 2021 ya había llegado hasta los cuartos de final, dando muestras de su capacidad. Y en este 2022 comenzó con el gran golpe ante Novak Djokovic en la segunda ronda que lejos estuvo de ser algo pasajero. Lo sostuvo en sus siguientes presentaciones hasta concretar, por lejos, el mejor resultado de su vida. Y es que hasta aquí jamás había llegado a una final ATP, habiendo alcanzado sólo dos semifinales previamente. Y el debut en un partido decisivo será nada más y nada menos que en un M1000.
Por supuesto que este resultado impactará muchísimo en su ranking. Llegó al torneo como el 46° del mundo y se irá en la mejor posición de su vida: saltará como mínimo hasta el 27° lugar, superando su mejor ubicación previa (32°), y si logra levantar el trofeo de campeón se meterá en el Top 20.
Para ello deberá vencer a Stefanos Tsitsipas, el campeón defensor, quien despachó en la otra semifinal al alemán Alexander Zverev por 6-4 y 6-2. El griego, 5° del mundo, está 2-0 en el historial entre sí. Será una prueba de fuego (el partido se jugará este domingo a las 7:30 de México, 9:30 de Argentina y 14:30 de España), pero quién puede decirle que es imposible a Alejandro Davidovich Fokina en esta semana mágica.