Devin Booker y su caso All-NBA: ¿por delante de DeRozan y Morant?

03-23-2022
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Tiene los números colectivos e individuales. Tiene actuaciones fantásticas y la consistencia de una 2021-2022 de confirmación, si es que hacía falta. Sin embargo, Devin Booker recibe menos crédito del merecido. Quizás por percibir a Phoenix Suns como un bloque compacto o quizás por la menor atención que reciben en Arizona.

Durante años se habló de los números vacíos. Entre su año sophomore y la 2018-2019 promedió 24,3 puntos, 4,9 asistencias y un 44% en tiro, de menos a más y con clara progresión. Pero no recibía consideración positiva. Eran números vacíos en un pésimo equipo por parte de una supuesta estrella estrenando los 20 años.

Tres años más tarde este debate resulta inútil. Booker no era una estrella de números vacíos y lo ha demostrado en cuanto ha tenido un equipo decente a su alrededor. Quizás se quede corto como primera espada de un proyecto candidato, pero es innegable su evolución hacia una de las armas ofensivas más potentes de la NBA. Todavía tiene 25 años y su progresión en aspectos fundamentales como defensa o liderazgo aumentan su figura mientras aprende y brilla junto a Chris Paul.

El crecimiento de Booker desde los Playoffs 2021

En su primera, y hasta la fecha, única, presentación en Playoffs Booker firmó 27,3 puntos, 5,6 rebotes y 4,5 asistencias con 44,7% en tiros de campo. Ante Clippers en las Finales del Oeste dejó un triple-doble de 40 tantos, 13 rebotes y 11 asistencias (52% en tiro) y contra Milwaukee tuvo exhibiciones anotadoras salvajes, como los 42 y 40 consecutivos del cuarto y quinto encuentro de las Finales.

Fue la confirmación. Las grandes estrellas aparecen en el momento de la verdad. Devin lo hizo, incluso aumentó su caudal con la lesión de Paul en la mano. Cargó con más peso en ataque, bailó ante las marcas defensivas más exigentes y jamás descuidó el trabajo atrás.

Varios apuntaron al éxito de los Suns como resultado de la extraña temporada por el COVID-19. La 2021-2022 serviría para comprobar dónde se situaba de verdad el equipo, y menuda manera de reafirmar su posición. Booker se marcha a los 25,9 puntos, 5,1 rebotes, 4,9 asistencias, 1,2 robos y 46% en tiro.

Si perder las Finales o caer en rondas clave supone en muchos casos la descomposición de un proyecto, como pasó con Houston en las Finales del Oeste de 2018, los Suns ejecutan lo contrario. La dolorosa derrota ante Milwaukee sirve como gasolina. Jamás olvidarán que estuvieron 2-0 por delante, y mucho menos se lamentarán mientras tengan opciones de resarcirse.

Booker y la conversación por el MVP

Getty Images

Tiene los números colectivos e individuales, pero recibe escasa consideración. Desde luego el factor del dominio individual es fundamental, y ahí otros como Luka Doncic, Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic o Joel Embiid le sacan ventaja. Aun así sorprende ver algunos de los nombres que adelantan a Devin.

El medidor de probabilidades para el MVP de Basketball Reference sitúa al escolta en 9º posición con 2,2%, por debajo de Rudy Gobert (5º), James Harden (6º) o Ja Morant (8º). Mientras, en la Carrera por el MVP de NBA.com es 9º con Jayson Tatum (6º), Stephen Curry y DeMar DeRozan (empatados en 7º) por delante. ¿Es justo esto?

Isiah Thomas lo puso en Twitter: el líder anotador del mejor récord de la liga siempre ha sido parte de la conversación por el MVP. La respuesta de Booker: el criterio cambia en función del nombre del jugador. Aquí, sin embargo, creo que Devin se equivoca. Si este récord de Phoenix y sus números los hiciese en, por ejemplo, los Knicks, nadie dudaría de su fuerte candidatura para el premio. Se habla poco de los Suns pese a ser el mejor equipo de Fase Regular, para lo bueno y lo malo.

Antes se hablaba de números vacíos. En el presente es la estrella del mejor récord de la liga, eficiente como anotador, muy mejorado en defensa y con liderazgo desarrollado. Y sin embargo, no se habla más de él en la conversación por el MVP. El galardón aparece imposible para Booker, que apunta a quedar fuera del top 5, pero en otra consideración debería ser sí o sí elegido entre los primeros.

Devin Booker, ¿una garantía para el All-NBA?

Es lógico quedar fuera de los primeros puestos por el MVP. Los Suns funcionan como una maquinaria perfectamente engrasada. Monty Williams, candidato por segundo año seguido a Entrenador del Año, dirige una rotación completa, profunda y cuya cultura transforma la franquicia en tiempo récord. Ahí Booker pierde, y es normal.

Es compatible pensar que su nombre suena menos de lo debido para el MVP y que su candidatura tiene las mismas opciones de resultar ganadora que la de Morant, por mucho que el de Memphis aparezca más fuerte en la conversación. Y así, Devin aparece como uno de los principales para los quintetos All-NBA, aunque de nuevo queda tapado por otros.

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Morant, DeRozan o incluso Doncic reciben la consideración de favoritos para los dos puestos de guard (base y escolta) del mejor quinteto de la 2021-2022. Sin embargo, ¿tiene sentido dejar fuera a Booker con el récord de Phoenix y su impacto individual?

Chris Paul se lesionó justo antes del All-Star, tramo que sirve para medir a Phoenix y a Booker sin el veterano base. ¿Los resultados? Impecables. Los Suns entraron al All-Star con un récord del 82,8% de victorias y desde entonces están en un 71,4% con Devin firmando 28,2 puntos, 7 asistencias, 4,8 rebotes, 1,9 robos y 52,5% en tiro. Solo Kevin Durant, Doncic, Shai Gilgeous-Alexander y De'Aaron Fox se unen a él con medias de al menos 28-7-4 desde el All-Star.

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Y de nuevo, el récord pesa. Booker es parte básica del éxito por mucho que los Suns compitan cuando él falte. La cuestión con Phoenix es que rinden y dan la cara falte quien falte. En su candidatura para el All-NBA Booker tiene esto completamente a su favor: en el tramo sin Paul tienen mejor porcentaje de victorias que cualquiera de los candidatos al MVP.

Jugador Equipo % de triunfos
D. Booker* Phoenix 71,4%
J. Morant Memphis 68,1%
G. Antetokounmpo Milwaukee 62,5%
J. Embiid Philadelphia 62%
L. Doncic Dallas 61,1%
N. Jokic Denver 58,9%

Los argumentos más allá del poderoso récord son también notables. Devin está entre los mejores anotadores del curso. Se asoma al top 10 de promedio y registra un 52,4% de tiro efectivo, la 3º mejor marca de sus 7 temporadas en la NBA.

Aun así, el primer punto es la defensa. La mejora de Booker es latente desde hace un par de años y se multiplicó desde la llegada de Monty. No es que Mikal Bridges sirva para tapar sus agujeros atrás, es que su evolución le hace pasar de debilidad a punto fuerte. Solo en el poste sufre ante rivales más grandes.

Es muy inteligente en la lectura de las líneas de pase. Es rápido y lanza los brazos para recuperar balones, aspecto donde cada vez mejora más. En la defensa individual también baja el acierto de los rivales.

Tipo de tiro Tiros por partido Acierto permitido Diferencia
Triples 5,1 35,7% -1,9%
Tiros de dos 8 52,5% -2,2%

Además, su posicionamiento colectivo ha subido de nivel. Compromete su cuerpo y trabaja, y sobre todo es un tipo inteligente.

Como pasador también ofrece importante mejora. Se nota la presencia de Paul, pero no se pueden pasar por alto sus años sufriendo como único gran generador de Phoenix. Esas temporadas de ser un equipo indecente forman parte de su desarrollo, algo que él mismo ha comentado.

Booker es un excelente pasador. De hecho, donde más ha mejorado desde que tiene a CP3 al lado es en la interpretación de los espacios y los ángulos en pick&roll.

Devin maneja la pelota muchísimo en estas acciones. El bloqueo directo como manejador supone el 25,5% de su ofensiva, la pieza más grande de su ataque. Está siempre pendiente de los tiradores, sabe engañar con la mirada y es capaz de poner la pelota justo donde la necesitan los interiores. 

Por si fuese poco, su amenaza como finalizador cerca del aro es otro arma de arsenal. Llegó a la NBA con la etiqueta de tirador exterior, pero lo cierto es que varía mucho. En la 2020-2021 el triple solo representó el 28% de sus tiros, aunque en la actual sí sube al 34%.

En las últimas tres temporadas promedia un 69,7% en tiro en la zona más cercana al aro.

Es en esa lectura de los espacios, en el juego tras bloqueo, es donde Booker desata su principal amenaza: el tiro sobre drible. Si el 25,5% de su ataque consiste en jugar pick&roll como manejador, más del 72% de esas acciones terminan con su lanzamiento sobre drible.

Genera la barbaridad de 1,13 puntos por posesión, siendo muchos lanzamientos forzados o con el defensor encima.

Y se nota mucho, muchísimo, su aprendizaje de Paul.

Booker tiene números similares a los de Morant y DeRozan con mejor récord. Mientras que Luka, cuyo dominio individual es superior, también tiene peor récord, además de una irregularidad imposible de encontrar en la temporada de Devin.

Todos los méritos cuentan, no solo el talento. Devin Booker es la gran estrella del mejor equipo en Fase Regular de la NBA. La conversación por el MVP le queda algo grande por mucho que merezca mayor reconocimiento en ella. Sin embargo, parece imposible sacarle del primer All-NBA. Quizás nos sorprendan los resultados.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.