Lateral derecho en la derrota por 4-0 ante Alemania en los cuartos de final de Sudáfrica 2010. No fue convocado en Brasil 2014. Presente tanto en 2015 y 2016 en ambas finales de Copa América perdidas por penales frente a Chile. Referente con Argentina en la catástrofe en Rusia 2018 y la eliminación en octavos de final contra Francia. Titular en la caída con Brasil en las semifinales de la Copa América 2019.
Como si de un soldado se tratara, Nicolás Otamendi se fue derrotado en todas estas batallas. Pero dichos golpes no lo llevaron al central a abandonar la lucha, sino que las utilizó para ganar experiencia y aumentar el deseo de su camino hacia la redención en Qatar 2022.
De discutido a imprescindible
Su primera contienda en busca de la redención se dio en la Copa América 2021. Otamendi, quien en ese momento aún estaba en observación (no para Lionel Scaloni sino para el público en general) fue una pieza clave en la obtención del título y en la final ganada ante Brasil en el Maracaná. La aparición de un compañero de zaga como Cristian Romero también fue importante y ambos comenzaron a complementarse muy bien.
A partir de la obtención de esa Copa América, Otamendi nunca más volvió a ser el de antes. Su figura se agigantó y ya no quedaron dudas con respecto a su titularidad en la Selección Argentina. De esta manera, el central surgido de Vélez se preparó durante un año en la Albiceleste y en el Benfica para llegar a la gran batalla de la mejor manera.
Qatar 2022, el mejor nivel de su carrera
Argentina disputará este domingo 18 de diciembre una nueva final de la Copa del Mundo y Otamendi es uno de los principales responsables de que esto suceda. Con el correr de los partidos durante el Mundial, el defensor se fue convirtiendo en uno de los mejores centrales de Qatar, mostrándose muy seguro al ganar sus duelos tanto por el suelo como por arriba y sin perder su agresividad a la hora de anticipar y de barrerse que tanto la caracterizó a lo largo de su carrera
Sin embargo, la virtud que Otamendi exhibió en esta Copa del Mundo y que es la que lo lleva a tener el mejor nivel de su carrera es la templanza y el posicionamiento para siempre tomar la mejor decisión. Se suele decir que los centrales llegan a su esplendor cuando ya son grandes, cuando pasan la treintena, y es justamente lo que le ocurrió al zaguero argentino. Con esa mezcla de agresividad y sobriedad, el Mundial de Otamendi es consagratorio.
Además, el del Benfica estuvo en la cancha en todos los minutos de la Albiceleste, un dato compartido con Emiliano Martínez y Lionel Messi. Por estas razones, Otamendi logró pasar de ser una figura discutida a ser un irremplazable. Luego de tantos combates, este domingo el central argentino tendrá su batalla final frente a Francia.