El Mundial Qatar 2022 llegó a su última estación y Argentina fue el tren ganador: tras un histórico 3-3, los dirigidos por Lionel Scaloni vencieron a Francia por penales.
Ahora, los futbolistas de la Selección Argentina contarán con algunos días de licencia de sus clubes, por más que -salvo la Serie A de Italia y la Bundesliga de Alemania- las ligas europeas se reanudarán antes del fin del 2023, y aprovecharán ese espacio para pasar unos días en Argentina, junto a sus seres más queridos y recibiendo el afecto de un pueblo que los tiene como ídolos por su tarea mundialista.
Volvió al país la Selección Argentina después del Mundial
Más | Así será el recibimiento y los festejos de Argentina campeón del mundo
El vuelo AR1915 desde Doha a Buenos Aires demoró su salida de Qatar y, tras una escala en Roma, arribó en la madrugada de 20 de diciembre: el tren de aterrizaje tocó la pista de Ezeiza exactamente a las 2:23. Vale recordar que la jornada del martes fue declarada feriado nacional por el gobierno argentino.
El avión fue recibido por autobombas de los bomberos, quienes bañaron la aeronave y la pista en forma de homenaje mientras los integrantes de la banda La Mosca, autores de la canción original que dio origen a la reversión "Muchachos", se aprestaban en un escenario montado para tener un show listo a la llegada de los campeones mundiales.
A las 2:55 se abrió la escotilla, bajaron algunos auxiliares, se ubicó el fotógrafo oficial de la Selección en la escotilla y todo quedó listo para que Lionel Messi, Copa del Mundo en mano, fuese el primero en salir, escoltado por Lionel Scaloni y Claudio Tapia, entrenador y presidente de la AFA, respectivamente.
Desde allí se dirigieron por una alfombra roja, en un recibimiento digno de reyes, hasta el micro descapotable que los aguardaba y a las 3:03, siempre con los jugadores al ritmo de "Muchachos" y saltando sin parar, el vehículo puso primera y emprendió el rumbo al predio de la AFA, con una escolta policial multitudinaria consistente de patrulleros y motos para rodear al bus y protegerlo tanto como fuera posible, aunque eso duró poco.
Con Messi sentado en el medio, al fondo del micro y flanqueado por Rodrigo De Paul y Ángel Di María, no faltaron los sustos: como Leo y compañía iban a una altura mayor a la normal ya que estaban sentados sobre el "techo" del micro, ¡casi se enganchan con los cables del tendido eléctrico!
Todo ante una multitud de miles de personas que acompañó el recorrido del micro, que en muchos casos llevó carpas para quedarse a dormir hasta que en la mañana los jugadores vuelvan a salir para el viaje al Obelisco; muchos otros descansarán en sus autos, y donde sea. Todo será válido para vivir este momento histórico en el deporte del país.
El micro, más temprano que tarde, fue alcanzado por la multitud que se abalanzó sobre él y lo obligó a aminorar la marcha -y en reiteradas ocasiones a detenerse por completo- hasta que los miembros de la seguridad podían abrir el camino hacia adelante con los vehículos y también un cordón de efectivos a pie. Y todo se agudizó a apenas 200 metros del ingreso al predio de la AFA, por lo que llegadas las 4 de la mañana todavía no habían podido ingresar pese a haber aterrizado casi dos horas antes a apenas 4.000 metros del lugar de destino.
Para entonces, el vehículo estaba repleto de banderas y regalos que la gente le arrojaba a sus ídolos. Ya sin peligro como en el suceso tragicómico de los cables, los jugadores pasaron por debajo de una copa gigante sostenida con una grúa, le sacaron fotos y hasta la tocaron, Messi incluido.
A las 4.15 exactas, es decir casi 2 horas luego del arribo, el plantel cruzó el portón del predio y explotaron un sinfín de fuegos artificiales. Fue el final del primer acercamiento de los campeones del mundo con su gente. El primer día del resto de sus vidas.