Colapinto y las 24 horas en Bakú que muestran su mentalidad diferente: Del choque a una clasificación histórica

09-14-2024
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(Getty Images)

Para subirse a un auto de Fórmula 1 se necesita muchísimo más que talento y condiciones para manejar a altísima velocidad. Uno de los tantos factores que hacen a un piloto de la absoluta elite es la capacidad para construir una mentalidad y cabeza a prueba de todo. Franco Colapinto, con apenas 21 años, parece tener esa mente que lo hace diferente. O al menos es eso parte de lo que lo está haciendo brillar cuando apenas está dando sus primeros pasos en la Máxima. 

El circuito de Bakú en Azerbaiyán es uno de los más exigentes y peligrosos de todo el Mundial de F1. Así como Monza, el lugar para su debut, se presentaba como uno de los ideales por su "facilidad" para estrenarse en la categoría, éste es todo lo contrario, un trazado que navega entre las angostas calles de la ciudad y no perdona. De hecho, no perdonó a Colapinto en la primera práctica del viernes, que terminó con un choque contra la pared que rompió la suspensión

Podría haber sido el inicio de un fin de semana para el olvido. Porque, como el propio Colapinto comentó después del primer día de acción, este tipo de circuitos son un sube y baja para la confianza, y cualquier error te la tira muy abajo. Pero los que son fuertes de cabeza pueden utilizar esas fallas para aprender, corregir y salir adelante. Y vaya si Franco lo hizo... En poco más de 24 horas, pasó de la pared de Bakú a una clasificación histórica

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Del choque en la FP1 al brillo en la Q3: Qué dijo Franco Colapinto tras su histórica recuperación en Bakú

Franco fue subiendo poco a poco su nivel, y en parte fue por el enorme trabajo de Williams. "Si hoy estoy acá es por los mecánicos, que pusieron el auto en pista después del choque para que pueda estar en la FP2. Eso me dio mucha confianza, me hizo dar vueltas y ganar de a poco el ritmo", reconoció el argentino, quien incluso sabe jugar este juego de entender que todo se trata de un trabajo de equipo, y que este tipo de gestos suman internamente. 

Colapinto pasó del choque en la FP1 al 14° lugar en la FP2, menos de 4 horas después de romper la suspensión de su Williams, quedando muy cerca de Albon, su compañero y constante referencia para medir rendimiento. En el inicio del sábado quedó 9° en la FP3, nuevamente cerca del tailandés y un aviso de lo que vendría. 

Y es que Franco brilló en la clasificación, apenas su segunda. Y recordemos que en Monza había cometido un error en su última vuelta rápida que no lo dejó pasar de la Q1. Esta vez no sólo pasó la primera, también pasó la Q2 y se metió en la Q3 a lo grande, para terminar en el 9° lugar y por delante de Albon. ¿Felicidad plena? No, los grandes siempre son autoexigentes. 

"Hubiese sido un fin de semana perfecto si no hubiera roto el auto ayer", tiró Franco antes que nada. Pero después se dio lugar para disfrutar. "Viene siendo un fin de semana muy positivo. Estoy feliz de lograr mi primera Q3, era algo que no esperábamos. Quería ir paso a paso, sesión por sesión. Fui dando saltitos y nos metimos, estoy muy contento de llegar a este lugar en mi segunda clasificación", señaló. 

Colapinto y una marca inédita para Argentina en más de 40 años

Para encontrar al último argentino entre los 10 primeros de una clasificación de F1 hay que retroceder al GP de Brasil de 1982. En aquel entonces, Carlos Reutemann, también con Williams, cerró la qualy en el 6° lugar. El mismo Lole es, justamente, el último argentino en sumar puntos en una carrera de F1

¿Podrá hacerlo Colapinto? "Por ahora es un muy buen fin de semana, tenemos trabajo por hacer pero tenemos una chance de sumar puntos. Tengo confianza de que podemos estar en los puntos", señaló tras la qualy. La confianza, como él dijo, está. Las condiciones también, sin dudas. Y además, claro, está una cabeza que lo muestra como un distinto. Que sirvan estas 24 horas en Bakú como prueba para el mundo.